Conocerse en la vivencia, es enfocarse en el hoy, mirar por un instante al ayer, y observar, a dónde hemos llegado, y cuánto hemos influenciado, o lo han hecho. Es por un momento asimilarlo, sentir nuestros anhelos, nuestros sucesos dentro, y cuánto se ha logrado. Es. Mirarse adentro, no sólo de nosotros mismos, sino en los que nos rodean, y así seguir adelante, urgiendo o sin urgir, sabiendo hacia donde vamos. Vamos a dónde queramos ir, no hay más dentro del silencio, éste, te lo dice todo. La cuestión, es, hasta que punto lo sobrellevas, y sigues hacia delante, con la incógnita del futuro, pero, ves esa esencia, qué fluye suave, tenue, hermosa. Impulsando a ir, más, allá. Ese allá desconocido, qué emerge de nosotros... Por Montse Cobas. Nuestros impulso. A razón de emociones, sentimientos, voluntades, hechos.