A veces, cuándo las personas se encuentran en situaciones algo complejas, de difícil solución, no queda otra si se quiere solucionar y avanzar que integrarse a ellas, para poder verlas de cerca y encaminarnos a desenredar la, avanzando en algo más referente o proseguir diferente sendero, la claridad, sólo llega, si tenemos los recursos y la fuerza necesaria para poder activarla, al adentrarnos en la circunstancia en cuestión, se corren riesgos qué sólo se observaran una vez integrados en ella, es, para valientes y a todos no les corresponde, ni la fuerza, ni la valentía ni el buen hacer, ni el hecho.
Hay qué vivir-lo para entenderlo, pero creó que todos en un momento dado de nuestras vidas, nos podemos encontrar con lo mencionado, y , o lo dejamos pasar.. hasta que explota, o, solucionamos, está en cada uno de nosotros y naturaleza, hacerlo.
Siempre se corre algún riesgo buscando una solución en los asuntos complejos, teniendo en cuenta que cada uno lo vive cómo lo vive, no todos lo viven igual, ni mucho menos, sino todo lo contrario, pudiendo llegar a ser muy diferente la vivencia, y más cuándo se intenta mantener la paz, evitando el conflicto, porqué esté último siempre acarrea daño y mucho malestar, más qué sí se lleva con serenidad y los mejores recursos, no estando exentos de perjuicio, pero, quizás menos, son los riesgos qué se han de sobrellevar cuándo se vive el tema en cuestión.
Y, quizás en dicho proceso, todos perderemos algo, de mayor o menor importancia, de dentro de nosotros, muy importante,e, inevitable.
Darnos cuenta de la realidad.
Namasté.
Por Montse Cobas.
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