Siempre tenemos un tiempo para todo ... Para recuperarnos. Para ver y entender. Para accionar. Para amar intensamente. Para ganar o contrarrestar lo contrario. Para superarnos. Para dejarnos ir. Para saber, más. Todo es aprendizaje en el conocimiento de Dios. Todo llega en el momento oportuno y se va igual, todo tiene un tránsito justo para aprender. La felicidad en mi desde mi serenidad y mejor-buena actitud. Estar sereno lo aporta, es diferente a la felicidad puntual excitante por una situación o momento qué nos colma de satisfacción está es momentánea incluso fortuita, sin embargo la felicidad desde el trabajo y la búsqueda de la serenidad, es permanente, puede serlo, bien trabajada, es tranquila, incluso pausada, pero en realidad, cuándo lo percibes y vives, nos damos cuenta, qué es lo qué nuestro ser requiere, de ahí esa paz transitoria que se puede llegar a vivir y entonces todo es mucho más llevadero. De hecho, es ir a favor de natura, lo natur