Es darse cuenta  hasta que punto se puede dañar o alterar a los demás o a uno mismo con actitudes y actos nocivos es poner solución para un mejor vivir mutuo y estabilidad emocional física y espiritual conjunta.   Dejarse llevar por las situaciones abrumadoras, por los sentimientos agresivos ya sean invisibles o fuertes no es una buena decisión ya sea propia o desde nuestro propio interior sin consciencia.   Por eso.     Las relaciones sean del tipo que sean que nos generan alegría, serenidad, bienestar, equilibrio o lo contrario...Somos totalmente inconscientes hasta que el mal ya esta hecho, algo a analizar y observar, aguantar situaciones incomodas, dañinas, no equilibradas fomentan en el cuerpo bloqueos que empiezan con poco hasta que se solidifican, una vez ocurre es más difícil  o complicado sanar, es un proceso arduo de explicar, y complejo. Al principio no se percibe aunque nuestro cuerpo emocional-físico y mental empieza a dar mensajes de diferente proporción.   ...