Te has parado un instante a observarte, mirarte hacia dentro. PRUEBA. Cierra los ojos, respira hondo, lleva la respiración hacia el ombligo, síguela. Olvídate de todo lo demás, no hay problemas, no hay disgustos, no existen ruidos a nuestro alrededor. Solo fíjate, mírate interiormente, empieza por los pies, siéntelos, los tienes tensos o relajados, estíralos y encogelos para saber la diferencia, sigue por tus piernas, haz lo mismo, observa. Sigue por tu parte baja abdominal, imagina siente tus órganos, manda la respiración a ellos, piensa que se energetizan, le mandas fuerza para que se regeneren o energía para fortalecerlos, si tienes alguno que este más delicado, dedica más tiempo en el. Hígado, riñones, páncreas, ovarios, intestino, bronquios, pulmones, corazón, siéntelos y respira. Cuando llegues al centro del pecho, haz varias respiraciones, profundiza en esta zona, es donde se guardan las emociones y muchas veces esta parte esta bloqueada, no fluyendo bien. Dando lugar a no senti
Entra en un mundo real. La otra realidad.