Percibo, pienso, qué cuántas mujeres han sufrido, y sufren, en sus carnes, en su Alma, lo que un hombre, sin sentido, dominado por el odio, por el egoísmo, se mantuvo vivo, en el desaire, en el desprecio, hacia un Alma noble, era lo que él no era, mujeres que viven, que han vivido por el prójimo, lo llevan en su corazón más intrínseco, sin Ellas, la vida no sería posible, Mujer... sin embargo aún las mancillan, y deterioran hasta el limite, qué mujer no ha sufrido un desprecio, por pequeño que sea, por parte de un varón, y así los hombres no entienden, no ven, incluso las mujeres que han pasado menos que Ellas. Diosas del martirio, sin embargo bellas ante Dios. Cuántas han soportado y pasan por amor a un hombre, por otro congénere, por estar con Él, o con la persona que aman en realidad, enamoradas, aman bien, y por ello actúan, sacan fortaleza de dónde no la hubo, por su libertad, por amar, ingenuos, sin saber lo que la mujer guerrera