Y, entre las miradas externas, esas, que se fijan, sin ver. Miradas transitorias, que ejercen, que mueven, sin darse cuenta. Esas miradas observantes en muchas ocasiones, sin satisfacciรณn, o, satisfechas. Son miradas que demuestran el sentimiento, ese, que ejerce desde dentro, y sin querer se extensa. Yo, en las maรฑanas, en las tardes, y tambiรฉn en las noches, sucumbo al miramiento interno, desde el corazรณn y la obra Madre, hacer en la medida de todas las posibilidades, bien y mejor, no es fรกcil, parece superfluo, pero no lo es. Aunque observe las miradas distantes, las perciba, antes de verlas, soy la que soy, con mis circunstancias, y vivencias que muy pocos saben, escueto, sรณlo, lo pasado, la experiencia la vive uno, por mucho que se cuente, no da pie al entendimiento, no sienten, y aรบn sintiendo se deja mucho sin tener en cuenta, percepciones extrasensoriales expuestas, que pocos acontecen, y por eso incรณgnita e ignorancia. Sรณlo uno, puede y sabe dentro d
Entra en un mundo real. La otra realidad.