Estrella Luz Dorada. 31. 💛

En estos días, donde la falta de respeto hacia el prójimo por desgracia, va en aumento, se están dando casos de agresiones sexuales de todo tipo. A mujeres,entre menores y de adultos a menores. Es un tipo de maltrato, al cual no se le da la importancia que debiera. Es peor, que la agresividad física, ya que daña a la persona, interiormente, en espíritu y mente, dejando secuelas muy dificiles de erradicar. La decisión de tener una relación sexual, tiene que ser un acuerdo por ambas partes, en especial, hay que hacer caso de lo que decida la mujer. Un No siempre es una negativa y significa que no quiere. En el caso que se obliga a una mujer, niños, adultos de cualquier sexo o edad, por la fuerza o con algún tipo de amenaza,se le llama violación. Lo cual esta penado,considerando que no lo suficiente, siendo necesario un cambio de leyes y de justicia en este caso particular. Es un acto que no se suele denunciar por vergüenza, por miedo a que no se les crea o al agresor o porque sencillamen

En esta, lo que reconsideramos nuestra sociedad o a la cual pertenecemos, estamos viendo un aumento de la violencia. La agresividad o violencia no es otra cosa que falta de respeto al prójimo o al entorno. ¿Sabemos lo que es respetar? Probablemente NO, siendo este el problema. Hoy en día se ha perdido, la enseñanza de los valores humanos, valores necesarios para vivir en armonía en conjunto con el lugar donde vivimos, que es, por si nos hemos olvidado el planeta tierra y en esté, estamos todos nosotros y seres vivos necesarios, para nuestra existencia. Por lo tanto no tenemos que olvidarnos de este detalle, siendo primordial, recordarlo. A la vez, que tenemos que tener muy presente en la enseñanza de estos y sobre todo la enseñanza del término respetar. Podríamos definirlo brevemente como NO DAÑAR. Dentro de estas dos palabras, podríamos incluir: -Escuchar, hay personas que cuando se les habla no escuchan .Nada más que ordenan y esto no entra dentro del respeto, ni del dialogo. -NO chi

En la vida, la gran mayoría de veces, nos dejamos llevar por pensamientos, actitudes, problemas, circunstancias, temores, ansias...que nos desencaminan de la felicidad y de lo que realmente es importante, originandonos, tristezas, decepciones, tensiones, insatisfacción y incluso remordimientos de no haber realizado algo, que hubiera supuesto un beneficio para nosotros o para otros, con consecuencias brillantes para la vida de ambas partes. Muchas veces, queremos cubrir necesidades que creemos necesarias o algo que ambicionamos o deseamos en nuestra vida. Mayor nivel de vida, pensar que no podemos vivir con menos, olvidandonos de responsabilidades serias por ej, con nuestros hijos, querer más de lo que tenemos originando en su búsqueda un sobre-esfuerzo, que requiere actitudes y cambios para nuestra vida o la que nos rodean bastante serios, olvidandonos de lo que realmente es importante. El tener un buen coche, una casa mucho más grande, el realizar viajes constantes, el poder lle

LOS NIÑOS QUE SUBIERON AL ARCO IRIS. Era un día de otoño muy gris en el que se aproximaba una gran tormenta. A lo lejos se veían continuos relámpagos. Acompañados a los pocos segundos de su correspondiente trueno. Cuatro niños de edades entre los diez y los catorce años estaban detrás del gran ventanal del comedor de la casa de Marcos. Era sábado. Se habían juntado para jugar un rato a fútbol en el jardín de su casa, pero el día, lógicamente, no era propicio para ello. No se aburrían. Visualizaban con gran emoción el espectáculo de la tormenta. Cada vez se acercaba más al lugar donde vivían, y comentaban asombrados todos los detalles que eran capaces de captar. — ¡Ala! ¿Has visto semejante relámpago? Debe haber caído cerca —comentó Luis. —Parece haber caído en la montaña, ¿has visto el resplandor? — ¡Guau! —dijo asombrado Antonio. —Mira, empieza a llover. ¡Vaya gotas! —comentó Marcos. Álex, era el más pequeño. Permanecía atento a todo lo que

Carmen, una mujer de 37 años, a la que la vida no le ha sido del todo feliz o por lo menos, no como ella hubiera deseado, con unos padres autoritarios y un último jefe de años, mezquino, mal educado y muy egoísta. Digo último, porque hace un año y medio que dejo el trabajo de administrativa, por intolerancia y "alergia" a su superior . Por no poder sobrellevar el comportamiento de esté hacia sus empleados y hacia ella misma, siendo una de las últimas en irse. Lleva un tiempo sin trabajar, el hecho de poder encontrarse en situaciones pasadas en su anterior puesto de trabajo, le crea un cuadro de ansiedad que cada vez va dominando más. Ha llegado al punto, de que cuando ve a una persona de ordeno y mando por que sí, su cuerpo llega al punto máximo de ebullición. No soporta ese tipo de actitudes de tipo autoritario fanáticas. Llegando incluso, a estallar en un enfado bastante considerable, no tolerando las faltas de respeto en ningún sentido, por las vivencias acontecidas. Esto

Maravillosa edad, ni tan siquiera me gustaría volver atrás. A lo mejor, si mis aprendizajes adquiridos hasta hora, de la vida, siguieran conmigo, quizás. Pero considero, que es una edad estupenda. Más adelante no lo sé, pues no he llegado, ni tan siquiera sé si llegare, pero vivo mi presente lo mejor que alcanzo, haciendo de él, lo que hoy quiero y puedo en base a mis circunstancias actuales. 40...Años estupendos, llegamos a esta edad, con una experiencia de la vida. Llevamos más o menos la mitad de la vida, vivida, si cumplimos el promedio de vida actual Tenemos claro, lo que queremos en está, como y con quien, aunque muchas veces no se cumplen las expectativas, ya que a veces no depende de solo, nosotros. Tenemos nuestra vida, (el que más y el que menos) con una estabilidad personal. O se sigue con la pareja de siempre, separado, o en una renovación personal, con conocimiento de la persona con la que quieres vivir, probablemente sea, la segunda, la tercera... hasta que se e

C arlota, una mujer de mediana edad, iba por la vida, como la mayoría de personas vamos. Cuidaba de su casa, su familia, las gestiones que hay en toda economía y vida familiar y trabajaba media jornada. Prácticamente no le quedaba tiempo para ella, ni para estar por su familia como ella quisiera y si en un momento dado lo hacía, era porque ella misma se lo cogía, dejando todo lo demás a un lado. Era más o menos feliz, estando conforme con la vida que llevaba, pero de vez en cuando, le sobre-venia la emoción de la tristeza, porque veía situaciones en su entorno y con ella misma que no era de su agrado. En su pensamiento, le asomaba la pregunta: ¿como el ser humano, puede actuar así? Por los comportamientos que veía en la sociedad. En su vecindad, había llegado una vecina nueva. Una joven de apariencia, seria y triste. Algunos de los vecinos, le dieron la bienvenida, pocos en realidad. Mostrándose esta fría y distante. Algunos de ellos, enseguida la tacharon de altiva y orgullo

Si nos fijamos en lo que acontece día a día, a nuestro alrededor, no solo, en nuestra ciudad, sino,más bien en el mundo entero, nos fijaremos en las catástrofes que suceden en el mundo entero. NO, no cerréis la página, porque os de miedo lo que pueda decir o penséis vaya rollo, esto siempre a ocurrido. A ocurrido sí, pero no en las dimensiones que estamos viendo en los últimos años, ni con la frecuencia con la que esta ocurriendo, es un problema que hemos generado o causado los seres humanos, desde el comienzo del avance industrial, sin pensar en las repercusiones que esto pudiera tener, más que nada por falta de conocimientos y datos que se han ido viendo en los últimos años. Pretendiéndose, no dar la información necesaria para no alarmar o simplemente por falta de saber de las posibles consecuencias con bases certeras o por incredulidad a ciertos científicos que ya dieron el aviso años atrás. Pero ahora los científicos ya han verificado que estamos delante de un serio problema. Todos

Borrador de la narración corta "El último instante", incluida en el libro "Cuentos con mensaje" Autora Montse Cobas,  editorial cultivalibros. Si estáis interesados en su compra ver el lateral derecho del blog, gracias. Adrián era un hombre de mediana edad. Se sentía cansado, débil. Por su mente pasaban un sin fin de pensamientos uno detrás de otro. Recordaba cuando era niño y jugaba con sus padres y hermanos al escondite, en la casa de campo de sus abuelos. Juegos de niños a los que se unían sus primos cuando todos estaban de vacaciones en aquellos prados de Galicia. Aquel hermoso árbol que estaba delante de casa de su tía, al cual se subían él y sus primos para ver si había algún nido de pájaros. Casi siempre había alguno. Incluso, en una de las veces que se subieron encontraron varios pollitos que estaban sin plumas, con los ojos cerrados. Recuerda el asombro de todos ellos al haberlos encontrado. Por su cuerpo, una sensación sumamente agradable le sume