Soy una mujer, muy normal y corriente, todos los somos.
Cada uno con sus peculiaridades, con sus formas.
Sensible, atenta con quien se lo merece, que en principio son todos, siempre y cuando no se pierda este derecho. Y esto se realiza con actos irrespetuosos o dañinos hacia el prójimo.
Sincera y alegre. Aunque aún tengo mis momentos bajos. ¿Y quien no los tiene?
Aprecio a la gente y puedo ver todo el valor que existe en su persona.
De ahí mis desengaños y decepciones. Pues algunos se empeñan en hacer ver lo peor de ellos.
Me gusta agradecer todo lo bueno y a todos los que se lo merecen. Pues nada es gratuito, todo tiene un trabajo y esfuerzo.
Aprendiendo también a agradecer lo malo, pues sin ello, no hubiera visto la realidad y no hubiera dejado de hacer gratuitamente.
Después de etapas realmente drásticas para mi persona, he logrado a base de constancia y fuerza, salir adelante y sobreponerme. Por lo tanto me considero una persona fuerte y decidida, cuando tengo las cosas claras.
Sintiéndome orgullosa de ello. Pues cuando miro hacia atrás y recuerdo, veo lo sucedido y su intensidad, ya pasado y supongo que superado, aunque no sé, si en su totalidad.
Ha habido de todo, grandes decepciones, sufrimientos, angustias, venganza, desespero y un amor frustrado.
No tengo nada por lo que avergonzarme, ya que siempre he sabido guardar las formas, actuando en base de mis principios.
Los más importantes para mí es el respeto al prójimo, la sinceridad y la honestidad, y ello me ayudado a vivir bien con mi persona y con el prójimo.
Aunque hubo una etapa en que me sentí totalmente decepcionada con el mundo, incluso note confabulación contra mí, dándome cuenta ahora, que en cierta manera puede aún hoy persistir, pero estoy ahí, esperando ver que...
Superado está y hacia delante vamos. Esperando ver la "hebra que hila la aguja"
Me gusta relacionarme con el prójimo. Hablar.
Admiro sus formas y como son.
Todos tenemos algo realmente grande, el hecho de ser seres que habitan este planeta ya hace constancia de ello.
Estamos envueltos y rodeados de belleza. Y el hecho de estar aquí y ahora, nos da la posibilidad de avance y de aprendizaje.
A veces, las personas van tan fijos en lo suyo, en los problemas, en lo que quieren con desesperación, que no se dan cuenta de lo que tienen, y de lo que realmente merece la pena.
Algunos no se darán cuenta nunca, otros cuando lo hagan ya sera demasiado tarde y otros dedican su existencia a ello y a su consecución.
El otro día me sobrevino un pensamiento.
Los seres humanos podemos decir que estamos divididos en tres denominaciones.
Los angustiados y enfadados.
Los serenos y felices.
Y los estresados que intentan combinar sus vidas con métodos para encontrar la paz y tranquilidad tan anhelada. Para hacer su vida mucho mejor.
Todos tienen o quieren el mismo fin. Pero cada uno tiene una forma de actuar totalmente diferente, como es normal, pero la actitud es la que determina el como sera su vida.
Uno puede tener muchos problemas y muchas situaciones angustiosas. Pero podemos hacer que sean de unos momentos o minutos o que dure todos nuestros días, enfrascandonos en lo que nos origina y recordando constantemente lo que nos sucede o ha sucedido.
Primero, no sirve de nada darle muchas vueltas a algo. Lo sucedido, sucedido esta, y lo hecho, hecho esta.
Pensemos en como podemos solucionar el problema si es lo que nos preocupa, y lo demás dejemoslo avanzar y pasar. La superación y el entendimiento viene normalmente en el después.
Si tenemos necesidad o oportunidad de aclarar algo, no dejemos de hacerlo, si ello va a beneficiar a nuestro estado anímico. Si vemos que nos puede confundir más, mejor dejarlo estar, ya habrá otra oportunidad más clara o otro momento mejor.
A veces necesitamos comprender, pero no siempre se dan las circunstancias, ni las formas idóneas para ello. Entonces, dejemos que evolucione y quizás con el tiempo se abrirán puertas para ello.
También hay que saber, que no siempre hay un porque, un motivo, o una forma para entender. A veces, las cosas pasan sin más.
Sabiendo que si hay algo injusto, se hará justicia en el momento conveniente. Las energías que se mueven ejercerán lo oportuno para ello.
Todo gira, todo se mueve y todo vuelve al sitio que debe de estar.
Nada muere, todo se puede transmutar. Todo sigue vivo, y puede hacerlo de diferentes maneras.
Soy lo que soy, y me gusta lo que soy. Vivo feliz, a pesar de los que no me quieren o por lo menos no como yo desearía.
Ellos se lo pierden, el bien, el amor y la paz, son formas indispensables y buenas para todos los seres, impidiendo la infelicidad y la insatisfacción. Procurándonos serenidad, a pesar de nuestros problemas y necesidades.
Soy lo que soy, ¿ y tú? ¿sabes lo que eres?
Seguro que si, pues todos lo sabemos.
Un abrazo amigos. Aquí os queda una reflexión para el momento.
LUNA SERENA.
Comentarios
Gracias por comentar.
Debemos elegir la mejor forma para vivir y hay ciertas actitudes que debemos tomar si queremos conseguirlo.
Quizás los que han sufrido y sufren más en la vida lo tienen + claro, además de que saben perfectamente lo que quieren y lo que no, además de sus prioridades. Pues la vida en cierta manera les ha obligado o se lo han hecho ver.
Un fuerte abrazo y hasta pronto.