NUESTRO SER INTERNO.
Siempre has de saber donde exteriorizas lo que sientes y tus propios sentimientos, si no estas seguro abstente, porque no todo el mundo lo puede entender y no a todos les puede gustar, solo atrévete, sin miedos si estas seguro en tu lugar interno.
Ahí nadie ni nada te puede dañar. Es un trabajo de tiempo y descubrimientos, queriendo llegar a él.
Hay oscuros horizontes, que se unen a los senderos de la propia oscuridad del Ser cuando sufres, dañas, o te dañan, dejándote desprotegido ante ello, por eso ten prudencia, hasta que estés recuperado o limpio de todo lo pasado o sucedido. Solo Dios o sus Custodios te pueden guiar y llevar a descubrir, encontrar tu lugar muy adentro de ti. Encamina-té, y entonces habla. Ahí estará tu propia verdad, guiada y protegida, porque Él te acompaña y en sus Leyes estarás por consecución propia, y por eso lo hace.
Muchas veces es un trayecto lleno de tormento y turbador, necesario, para saber, entender y llegar a encontrar nuestro verdadero sendero de la mano de Dios, cogiendo el correcto.
Volver a casa, encontrar nuestra verdadera esencia y encontrarnos con ella.
Nuestro Ser, la verdad, junto con la gran Esencia Madre, la Esencia de Dios.
Por Montse Cobas.
AMOR SOMOS y al AMOR VOLVEMOS.
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