NO HAY ESPERA. Noche deliciosa en armonía, tranquila. La esencia pausada me acompaña caminando por la acera. Ligera como la vida misma, sin espera. Ahora en su fluir me ha enseñado, soltar amarras, soltar las cargas de un pasado no buscado pero sí encontrado. Asimilado y superado, muy tranquila. Me aprendió que nunca aguarde, tu sabes tu camino, tu deseo, pero existen otros equivalentes, intrusos, que los tuercen sin demora, escondidos y frustran-te para ambas partes, la ignorancia prevalece y de ahí la causa. Aprendida y recuperada con mensajes que prosiguen, derivados de una compañía siempre inmersa. El Todo que siempre sabe. Ahora prosigo en ello muy consciente, el que quiera me acompañe y sino se quede, derivando por otros caminos quién sabe cuales. Esperado, aguardado, deseos, esperanza que quedo-se muy atrás. Tanto que ya el silencio lo ha borrado, no aparece, y si lo hace son resquicios para seguir evaporando. Ya no importa...
Entra en un mundo real. La otra realidad.