Y hoy me mantengo prendida por las palabras, por los pensamientos,
día hermoso, nuboso,
pero las palabras, los sentimientos, fluyen como el rió,
probablemente ese sea el motivo,
se limpian y se exteriorizan,
quizás no te sirvan, o sí,
todo sirve, es lo aprendido,
pero...para quién quiera hacerlo,
quien se vea, ya, en ese camino,
elegido, y fomentado,
por Ti,
sí, por Tí,
único controlador de tu vida,
fluye en la aurora de la existencia,
esa que no se ve, pero se siente,
y así, te determinaras, por quien pueda guiarte,
pero Tú eliges qué camino, qué sendero.
Y ahora,
el pensamiento surge...
cuantos se ahogaron, se ahogan aún en el dinero,
en ese querer más, olvidándose de lo más importante,
lo que tienen al lado, amable, amoroso, y en una suplica silenciosa, te dicen, aquí estoy,
ámame, amemos-nos, compartamos en este momento, no hay tiempo, solo el hoy,
porque el mañana, ya no sera como este instante que se pierde en un suspiro,
y así en ese ahogo, en querer conservar, procurar, más y más, anhelar, lo no anhela-ble,
no querer compartir, el miedo a perder, a tener menos.
Cuándo lo que se pierde al final es la estabilidad emocional, todo, en la falta,
esa donación que te dan, sin pedir, te dan pie a mantenerla, con su trabajo, con su tiempo, son su silencio,
y cuando lo quieras, lo necesites, lo eches en falta, ya, no habrá nada que hacer,
perdido, y no recobrado. Y el dinero... hastiado. Tanto, y nada.
Pero el pensamiento, las palabras, se mantienen, se recobran una a una, tras ese tiempo que ya quedo atrás, y ya no se recupera. Tampoco, se quiere.
Distes, rechazada, consciente, dijiste adiós, el valor de ser tu misma, quererte, querer ser, y ganaste tu libertad, la perdida al estar con quien no te valora, no te ama, ni te desea. Y ahora libre, despues de recuperada. Quieres, y puedes. Más.
Por Montse Cobas.
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