Cuando se habla de Dios, muchos se exasperan.
¿De donde provenimos, de donde provienen nuestros padres, de donde nuestros parientes y congéneres, cómo se formo la Tierra, y las Estrellas. Qué es lo que nos rodea, que no veis, pero sin embargo, muchos sentís, de donde proviene el oxigeno que respiramos, quien y cómo se recreo todo el arsenal de esencias que han conseguido la vida en este Planeta y el entorno a Él, de dónde proviene cada vibración, porque nuestra Esencia vibra en cada sentimiento, pensamiento, suceso, energía aún que no la veamos.
De más allá, del Sol Central, del origen de toda existencia,
allí donde se halla la Luz, emerge de la Semilla de toda Creación. ¿Y quien o qué lo origina?
Un comienzo palpable a través de la Esencia, miras y lo ves, es nuestro sendero, y volvemos, al Paraíso, bienestar, serenidad y amor en el Ser. Origen de Dios. La partícula Esencial, principal de toda vida.
No te intento convencer, solo que pienses y reflexiones,
de qué.
Somos mucho más qué una existencia que ahora estamos aquí, y nunca muere en el momento que somos originados, con una misión. Todos la tenemos, y la principal, aprender, y volver con la experiencia, aprendizaje a nuestro origen, porque así lo observamos, y así llegamos. Evolucionamos para volver, ampliando-nos, una vez llegado a este punto, dentro de Dios, nuestro Origen. Y entonces la expansión se hace cada vez mayor, y más importante, más grande.
Y entonces...SOMOS.
Por Montse Cobas T.
Comentarios