No escuches el sonido de las olas sino lo que emana de Ellas, su movimiento y su forma, porque así como el hombre camina y no escucha los pasos del otro, sino que observa lo que de éste le atrae, sus formas, lo que trasmite y sus movimientos, porque ello le dice, así es el mar. Habla, sin palabras. Por Montse Cobas. Esencias que dicen, comunican. Toda esencia lo hace.
Entra en un mundo real. La otra realidad.