Trabajar por nuestra individualidad, concierne, trabajar por y para nosotros mismos en crecimiento loable, a la vez que para nuestro entorno, con el fin del equilibrio más absoluto. Yo doy, tu das. Yo formo, tu formas, creciendo juntos en la misma etiología, y siempre, en la misma proporción y consonancia. Si una parte y forma avanza, se da más, esa es la que predominara, la otra tiene tendencia a desintegrarse, desaparecer, en la nada. Teniendo en cuenta que la Luz, el Amor, es el origen de toda vida, Esencia primordial, tiene el predominio absoluto que siempre elije en que parte y bando se esta. Toda vida, comienza por una chispa de Luz, y de ahí un crecimiento imparable. Tú eres Luz, pero tienes la elección de crecer en Ella o oscurecerla. Recuerda. Y emana, el cambio sera objetivo y muy visible. No solo para Ti, sino para el entorno. y de ello expande. Cuida tu Luz, tu Semilla, con palabras, actitudes, y formas. Protege-la, de ello emanara tu calidad de vid