En una sociedad, donde es difícil mantener la calma y el equilibrio, dónde la humanidad hacia el otro se acaba, donde ni tan siquiera ésta existe para la Madre Tierra, dónde no hay intención de generar cambios, no importa la destrucción. Dónde solo importa el vivir y hacer dinero para ello, más del necesario, la televisión se encarga, de generar deseo, muchas veces de lo que no se puede, se prioriza lo que me pasa a mi, y no se mira ni entiende al otro, qué padece o a padecido, ni tan siquiera, gusta o se les consienten que hablen, que digan sus experiencias, sus padecimientos, sus derrotas muchas veces por los pocos miramientos del entorno, y ante ello no poder hacer ni saber reaccionar, donde no hay intención de ayudar o ayudar poco, ni tan siquiera saber lo que padece el prójimo e intentar amilanar, cooperar a mitigar su padecimiento, una sociedad que va en camino de la auto-destrucción, por qué el hombre no quiere nuevo, no quiere amar, no quiere entendimiento, una gran parte