Cada mundo individual, de la persona en sí, es inmenso, es tan infinito, como los puntos de vidas y salidas de estas, son memorias invencibles, que quedan marcadas en el Alma de Ella,
es la vida en sí recordando, lo que hubo, y lo que hay, poniendo a prueba nuestra razón más individual, llevándonos por los caminos transitorios de nuestro proceso evolutivo, es tan complejo, que no se asimila a ningún otro, cada uno llevamos dentro nuestras experiencias, nuestras vidas pasadas sin recuerdo, pero que se halla, en lo más profundo, verdades que se encontraron, para bien o para mal, que en un momento dado de nuestras vidas presentes, nos comunican, el sentido principal, es encontrar el mensaje, lo que habremos de sanar, buscar o erradicar, siendo mejores seres, hasta que por fin, nos unamos a lo más intrínseco, nos derive de una forma clara a todo lo sucedido, para así sentir, vivir, y ser en lo mejor, enraizados, nuevamente enraizados, pero ya del todo conscientes, a lo que en verdad somos, el proceso, de cambio, ya ha empezado, y comprendiendo y observando, lo que habremos de lidiar, lo que habremos de superar, para así sentirnos, completamente libres, de cargas superficiales, de un pasado, no lidiado, enfrentándonos a lo más complejo, a lo más liviano, pero sin embargo, fuerte, lo cual, nos lleva a buscar, a ver finalmente, que camino, queremos tomar, tomándolo. Elecciones, en este nuevo año, en base a nuevos descubrimientos, nuevos conocimientos, totalmente intrínsecos.
Totalmente esenciales.
Por Montse Cobas.
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