Todo tiene su tiempo y todo es individual, insertado en una gran asociación esencial.
Desde un principio todo lo que se realiza y forma, tiene una función principal, que se acaba o se transforma, derivando a otras funciones, por eso no tengas muy en cuenta el momento o el instante de un suceso o situación, porque esta tiene un fin momentáneo que deriva a otro y otro, cambiando la configuración, o el efecto posible. Atiende al instante, haz lo mejor que puedas, en bien, y en armonía, en pureza, porque de ahí se derivara multitud de circunstancias, efectos, y nuevos sucesos, que están pronosticados a siempre evolucionar, determinando a lo mejor, aunque en un principio, no parezca. Haz, en la Luz, es, el momento.
Pureza.
Es tu salvaguarda.
Por Montse Cobas.
Comentarios