Al final entiendes, que todo esta bien como esta, que cada cuál atiende y forma su propio destino, y que cada uno si ha de hacer lo ha de hacer desde sí mismo, que lo que te encuentres en aporte sincrónico y afín, es un regalo de Dios y propio de los incluidos, porque al final, cada uno elije con quién y cómo, y sino lo hace, el camino ya esta realizado a dónde y por donde ha de ir.
Su forma, su destino.
Sí, lo hay.
Todo está en las manos de Dios, sí estás con Él te aporta, te ayuda, es, y sino lo estás, Él atiende, observa, que lo que se hace así les deriva.
Energías Supremas, y no tan Supremas.
Por Montse Cobas.
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