Y hoy tocar el amor, qué pueda existir o haya existido,
entre un hombre y una mujer,
es como tocar el cielo,
en un pedestal de luz de colores,
y así se siente desde adentro, muy adentro.
El que tiene una relación, fluida, amatoria y sincera,
en la que la verdad existe en todas sus vertientes,
realmente, no sabe lo que tiene,
dónde un mundo lleno de misterios, hasta en las relaciones,
cuándo la sinceridad y la honestidad es el peldaño mayor a subir,
y a lograr tener.
Y hoy, dónde tocar el amor de pareja,
se hace sutil y armónico,
desde adentro muy adentro,
dónde la pasión subyace, pero de una forma suave,
esperando.
Esperando...salir.
Bailes llenos de música de emociones.
Emociones en el efecto recibido del amor sentido.
Muchas esencias que abren a un recuerdo, un sentimiento único,
y es qué el amor pasional, y verdadero es el más fuerte,
y siempre permanece, es diferente, y por eso el recuerdo,
es difícil igualarlo, sé puede sentir parecido, pero no igual.
Y así en la permanecía, se acaba, un nuevo comienzo a empezar,
sólo el tiempo, sana, y recibe, dona, lo que tenga que ser.
A veces, vivencias que responden a una necesidad, de saber, de ver, y de aprender.
Hasta en el amor.
Montse Cobas.
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