Cada uno tiene su manera propia de ver la vida, de sentir, de hacer e incluso de reaccionar, sabiendo que siempre estamos influenciados, apremiados por las circunstancias, y vivencias, es difícil, pero se trata de vivir bien, sin perjudicar ni a uno mismo ni a otro, y eso incluso se hace difícil, pues no siempre se sabe, o no siempre se encuentra lo adecuado para ello, pero aún así, pase lo que pase, la vida sigue, y avanza, con, o sin nosotros, y en nuestro camino iremos viendo situaciones o formas que no nos gusten, más que las que se afiancen a las nuestras, o semejantes, y nos gustarían, y ahí es donde aprendemos, observando, lo que muchas veces no queremos ver.
Pero, sin penas, sin llantos, afianzada a Dios, en Él encuentro descanso, encuentro Paz, y misericordia, sintiéndome querida, he descubierto, que verdaderamente es lo único que tenemos en constancia, si somos capaces de sentirlo, de verlo, o es un regalo del propio Dios, ver que hay algo más que una existencia tangible, en un mundo dónde observamos de todo, y poco que nos reporte dicha paz, dicha armonía, dicho amor, es un amor silencioso, que todo lo ve, que todo lo entiende, y compensa a quien así ha de compensar, porque sabe hasta lo inconfesable, lo ve, lo siente, todo, hasta nuestro sentimiento más ínfimo, más escondido, y en su bondad, nos acompaña, dándonos los medios, para que hayamos pasado lo que hayamos pasado, tengamos las formas, las fuerzas necesarias, para llevar una vida digna dentro del amor superior, el que se siente y somos en Él.
Dios no tiene imagen, es un Ser Esencial que todo lo abarca, esta en prácticamente todo, capaz de transformar y dar Luz, vida no nociva, en la oscuridad, transformándola, o llevándola al lugar dónde le pertenece por características, es la Energía que forma y da vida, tiene inteligencia y entendimiento propio, dentro de sus Leyes, Leyes que resguardan y protegen la existencia, y en ello actúa.
Es serenidad, es armonía, es pureza, equilibrio, es sanación, es vida en dichas formas, dando el bienestar que todos nos merecemos, sí así es.
Y cómo somos parte, hijos de Dios, Nosotros, también antes que cuerpo, somos Alma, Energía viva, que una vez formada, nacida, ya no muere, vive en la Eternidad, con el fin de la evolución de la materia, y de todos, seres, imprescindibles, pues formamos parte de un todo esencial, y por lo tanto esencia Somos. Alma.
Y así al vivir, al percibir, lo que en verdad somos, distinguir y entender la existencia, en parte, pues desconocemos todo, nos aunamos a lo que Dios es, siendo en Él. Viéndolo, sintiéndolo en cada ser que nos ha puesto a nuestro alcance para sentir su inmensidad.
Amor es, y amor somos en semilla, busca y quédate con lo que así es, y dona, percibirás. A Dios, creando en acción para Ti.
por Montse Cobas.
La inmensidad esta en todo lugar que te hace sentir bien, bien en amor real.
Un árbol, el viento, la brisa del mar, te puede amar intensamente, dándote en bondad lo que necesitas en un momento de necesidad en tu vida.
Es la manifestación de Dios ante Tí, sus manos, sus sentimientos, su creación, así cómo tu también lo eres, creando y siendo en amor.
Y por lo tanto, tienen vida esencial, percepción y comunicación, sí así hiciese falta.
La Unidad, en amor, en pos de La Luz, Existencia en Amor, Existencia en vida propia.
Comentarios