Cada uno tiene su manera propia de ver la vida, de sentir, de hacer e incluso de reaccionar, sabiendo que siempre estamos influenciados, apremiados por las circunstancias, y vivencias, es difícil, pero se trata de vivir bien, sin perjudicar ni a uno mismo ni a otro, y eso incluso se hace difícil, pues no siempre se sabe, o no siempre se encuentra lo adecuado para ello, pero aún así, pase lo que pase, la vida sigue, y avanza, con, o sin nosotros, y en nuestro camino iremos viendo situaciones o formas que no nos gusten, más que las que se afiancen a las nuestras, o semejantes, y nos gustarían, y ahí es donde aprendemos, observando, lo que muchas veces no queremos ver. Pero, sin penas, sin llantos, afianzada a Dios, en Él encuentro descanso, encuentro Paz, y misericordia, sintiéndome querida, he descubierto, que verdaderamente es lo único que tenemos en constancia, si somos capaces de sentirlo, de verlo, o es un regalo del propio Dios, ver que hay algo más que una existenci
Entra en un mundo real. La otra realidad.