Y es qué a veces, pensar en el futuro, no trae más que dilemas, pues no hay futuro, solo el hoy, el ahora, en quietud, esperando, y aflorando, lo que tenga que ser, pues es así.
Son en los silencios de la aurora, los que aminoran, el pesar, en quietud, sin espera, solo escuchando.
Y ahora, recuerdo, cuándo estaba, sin estar, en silencios, interiores, y exteriores, sin embargo, me adentraba, poco a poco, al más allá, lo que no se percibe a simple vista, lo que no se siente, con ruidos provocados, son sin embargo, unos de los mejores momentos de mi vida, a pesar del padecimiento, de la época, pues ví, que hay algo más, bello, hermoso, ambivalente.
Os amo, mil gracias.
No puedo dejar de mencionar, aún sin nombre, por respeto, sería un sacrilegio, pues es una parte de mi, en mi, y de mi día a día, aún sin su presencia.
Es curioso, ese afianzamiento.
He conseguido vivir sin Él, pero no sin su recuerdo.
Dios nos tenga en su guarda. Él sabe bien.
Te Amo. Os Amo,
Hay tanto amor para dar, es infinitamente infinito.
Y, magnífico, magnánimo.
Y qué es el amor, sino, pues, eso.
Y los míos, los que están cerca, los que compartimos, momentos, días, semanas, meses, años, tiempos, en el tiempo que tenemos.
No os olvido, en amor siempre, os amo.
Qué a veces por esto mismo, no se dice, sin embargo, se necesita, lo necesitamos, y sobre todo sentirlo que es así, porque el ser humano está hecho de amor, y por eso mismo se necesita.
Antes de que se acabe el tiempo.
Espacio.
por Montserrat Cobas.
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