Creo que llegar a una cierta edad, satisfecha de lo que has hecho, realizado, y logrado, sin ánimo de cambio en ningún sentido, porque te gustas, es, invalorable.
Aceptando cada gesto de tu piel, acorde con la edad,
a tus emociones, ya perdidas, porque quisistes perderlas,
sabiendo de verdad, quien eres, y qué a nadie quieres parecer,
ni tan siquiera imitar, un amor de persona, para Ti, y, quizás para el mundo.
Satisfacción.
Sería la palabra.
Es menester de Dios, vernos crecer, satisfecho,
es nuestro menester, vernos evolucionar, sabiendo que lo hemos hecho bien,
a pesar de las dificultades, obstáculos, y quizás tramas que se hayan podido originar,
en una escuela, sin emociones vivientes.
Por Montserrat Cobas.
https://www.youtube.com/watch?v=on9OR3kRGLs
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