Observar cuánto daño se nos ha hecho, o incluso, nos hemos realizado por sobrellevar ciertas situaciones, muchas veces porque no se tiene más remedio, superando, transmutando, sobrellevando con sumo esfuerzo, pero poniendo todo de nuestra parte, y cómo, a pesar de todo ello, hemos remontado.
La mayor tranquilidad, envuelta de sabiduría.
Por Montserrat Cobas.
Comentarios