Podemos pensar que lo que hacemos nosotros, los demás también pueden, e incluso que se vieran obligados a que así lo hicieran, pero no es así, no todo el mundo puede, ni debe realizar lo que uno sí hace, sería negarse a lo que uno es, y a las posibilidades, fuerza, de cada uno, que no son las mismas, nunca sabemos qué es lo que tenemos en nuestro interior, muy diferente al resto, y con lo cual si lo definimos nos sentiríamos sumamente dichosos, descansados, y realizados, cada cual ha de seguir su propia esencia y determinación para el fin al que estamos señalados, evitaremos de esta forma, infelicidad, y sufrimiento, padecimiento, innecesario.
Y recordemos, no es fácil para nadie, y menos en estos tiempos.
Muchas veces, la dificultad extrema, es buscada sin ser conscientes de ello.
Los extremos hay que evitarlos, procurando-nos, y procurando, mejor vida, para uno, y para todos, en especial para los que de una manera o otra conviven con nosotros, en ello, está el bienestar mutuo. Con todo lo que repercute.
Namasté, y bendecido lunes.
Siempre con amor, desde nosotros.
Expandiendo.
Una flor denota, armonía, aroma, fomentando el equilibrio, y la belleza, cada uno de igual forma así podemos hacer, si realmente nos determinara-mos por ser, lo que en verdad somos, sin actitudes, ni formas nocivas. Funciones. Función, determinada.
Una flor es un ser vivo, que emite.
Incluso la violencia nos hace ver, sentir, lo que es, y lo que conlleva, lo que no quiere decir que sea necesaria, ni conveniente, otra cosa es que lo que es así, y se realice, perturbando y reaccionando en el resto, no, benevolente ni en benevolencia, (la violencia).
por Montserrat Cobas.
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