Hay personas que ceden la posibilidad de ser felices, o de estar bien, por coacciones emocionales-mentales o del entorno colindante. Creando un bloqueo emocional importante, que imposibilita ver la realidad de lo que es, fuera de otras posibilidades extras que pudieran acontecer, y que se pudieran dar.
A veces el embrujo no es ajeno es propio. Evitando así la posibilidad de solución.
Saberse coaccionado por algo. Evita.
Por Montserrat Cobas.
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