A veces, nos planteamos, sentimos, percibimos..
¿Cómo vamos a vivir sin una persona a la que amamos, con la qué nos une algo especial, fuerte?
La respuesta es simple, y llana.
Siendo fuertes, deseando el bien para ella, lo mejor, siguiendo hacia delante.
Aún sabemos todos, porque a todos nos ha pasado, ella se mantendrá en nuestro corazón.
Porqué al amor, no se elije, se siente, surge, quien sabe porque, afinidades, o no tan afinidades, causas pasadas a recomponer, de muy atrás, a veces, incluso, de otras vidas, es, una incógnita,
La incógnita del amor, por qué amamos, y por qué a ciertas personas, prácticamente sin conocerlas, qué nos une a ellas, qué aprendizaje debemos tener, siempre hay un especial motivo. Y, único, para cada uno de nosotros.
En el camino, nos encontramos, conocemos, a infinidad de personas, con unas tendremos, más, y con otras menos, estaremos unidos con ellas de igual manera, más fuerte o menos, unas quedaran atrás, en el desconocimiento, y en el olvido, y otras, estarán por toda una eternidad, su esencia, permanecerá, aún no recordemos su verdadera imagen, o la imagen, en la cual nos vimos por última vez, sin embargo, su esencia, es explicita, y llama, marca en la nuestra, diciéndonos a escondidas.
A, Tí, te conozco.
La belleza del amor, de un sentimiento esencial, que permanece, que se ubica y surge, sin saber porque.
Qué nos une a una persona, de una forma tan única, sintiendo lo que sentimos, con ella, y sin ella, un saber sin estar. Estando.
En silencio.
Todos podemos superar, pero no todos pueden hacerlo.
La clave es ser fuerte, en el amor. Sin divagaciones.
Amando desde ti, y por lo tanto en tranquilidad, en amor, dejar, surgir, sentir.
Qué, es amor.
La incógnita.
Por Montserrat Cobas.
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