Y aún el momento más bajo,
más duro, o, no tanto,
pero reciproco a la emoción,
al suceso de la etapa que vivimos,
debemos saber que de todo se sale,
quieres salir, y sales, es Tú voluntad,
mientras tanto, ten espera, ten paciencia,
se bondadoso, contigo mismo, y con el prójimo,
fíjate,
mira, ves, a tu Centro, emerge-te en Él,
Centro Sagrado, Unión con Dios, Bondadoso,
cómo el mejor Padre-Madre, es, y siente, percibe,
como todo va mejorando, tu ser, se restablece, y entiende,
que es un episodio, sin más,
siente, como todo ese instante, qué estás viviendo,
fluye, sale, limpia, desde ahí.
Y ama-te, siente que eres Dios en Acción,
Amor puro, surgiendo, desde tu gran Semilla, Luz,
y Ésta va saneando, todo lo contrario, que nos ralentiza,
nos deja impasibles, surgiendo otra vez, la voluntad de Dios,
la felicidad, la serenidad, el amor, fluyendo desde ahí.
Centro de Dios. Padre-Madre. Unión con Él, y en ello, compañía,
entendimiento, y su caricia, más tenue, que nos dice, ya esta, pasa, y pasara,
seguiremos en el buen camino, cueste lo que cueste, ese camino,
que nos abre puertas, y une, a quienes han de estar unidos, esencias finas,
esencias grandes, que fluyen desde, y, en, la eternidad.
Conocimiento.
Por Montserrat Cobas.
Momentos intrínsecos, que todos tenemos, y en estos tiempos, más.
Superar, transformar. Transmutar, ser, siendo.
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