El milagro de la vida es condescendiente.
No nos paramos a analizar, a ver, observar, que en más de una ocasión, se nos regala un espacio de ésta, una segunda, una tercera oportunidad, incluso, más, sobre todo cuándo nuestra salud es, o ha sido delicada, debemos ser más tenaces, y saber que cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día, a veces, muchas veces, es un regalo, más qué valioso, para así poder vivir consciente mente, y no dejar, lo verdaderamente importante, a un lado, olvidado.
El amor, es sutil, qué no se palpa, sin embargo, muy fuerte, esencial, que agrega, vincula a las personas, aún a veces no sean conscientes de lo que les une, y cómo han de cuidarlo, olvidando, lo realmente importante. Hasta que se dan cuenta, y normalmente, ya no hay remedio de lo realizado, quedando, ahí, de por vida, en esta vida, y en las pro-siguientes.
Desatando nudos en la unidad que somos. Muchas unidades. En un Gran conjunto, inmerso.
El destino, toma parte de esto, hay, un destino, que podemos cambiar, o, no, es imprevisible.
Por Montserrat Cobas.
Y,
Cuándo llegue el momento, se vera.
Dar, lo que debamos de dar, ofrecer, lo que debamos ofrecer.
Unidos desde el Corazón.
Dar, lo que debamos de dar, ofrecer, lo que debamos ofrecer.
Unidos desde el Corazón.
Comentarios