Y puedes seguir observando, ser simplemente, casi, un observador de los acontecimientos que se dan en nuestra vida, sin embargo, siempre habrá un momento, infinito, en el cuál Dios, Sus Seres Celestiales, Guardianes, nos pueden ofrecer, hacer participes de esa esencia amplia que contiene, amplitud de miras, serenidad profunda, impregnándonos de una paciencia esencial interna, la cuál nos restablece, y nos une más a lo que es su Reino. Uniéndote a Él.
Por Montserrat Cobas.
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