Es lo que necesitamos, impulsos, y actividades complacientes, para poder seguir en armonía, paz, y sensibilidad, sabiendo el buen hacer.
Y, el origen de todo ello es desde la esencia del amor, sintiendo amor, pues el amor, lleva impregnado la serenidad paciente, la vida relajada, la admisión y conexión con el todo, sin margen de error a favor de toda agresividad, o nada que se le asemeje. El amor, nunca conlleva violencia, ninguna.
Y miraremos desde los ojos del amor, cómo yo estoy observando, pensativa en el silencio, deshaciendo todo posible caos de toda situación anómala, que lo pudiera originar.
Yo Soy la que Soy.
Por Montse Cobas.
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