El fin del olvido. Uno de ellos.
Dejar espacio a lo nuevo.
Y me suena, bueno, correcto, y alentador.
Es, vivir una nueva vida, qué ahora es totalmente diferente, podremos estar juntos o separados, pero los conocimientos, las vivencias son desiguales al pasado, es, una nueva historia, un nuevo formato, que es cómo en un ordenador, en el cual hay tanta, tanta información, e, incluso tanto nocivo, cómo virus, que necesita de un vaciado, des-programar lo antiguo y qué ya no sirve, vacío de memoria, son otros momentos, otra historia, otra forma de ver lo existente y lo pasado, sí nos integramos en él, pues es parte del olvido, un olvido superfluo, que inconscientemente olvidamos lo que ya no tiene cabida dentro de nosotros, que nos genero alguna clase de malestar, renuncia, y proseguimos, con aprendizajes instaurados, que nos derivan al hoy, reeducando-nos con animo de un gran cambio, para, un volver a empezar con éxito y sin ninguna melancolía, quién aparezca en nuestra vida, quedara, y entablara si quiere, o queremos que así sea, sino proseguiremos nuestro verdadero camino, ese, que está ahí para todos, pero que para cada uno es diferente, pues somos seres diferentes, que decidimos en base a lo dado, ejercitado, y deducido en relación a nuestros más profundos deseos, qué queremos en este momento, qué deseamos, qué hacemos para lograrlo, por qué hay que hacer, sólo, sin animo, ni cuerda de enlace, no hace.
Movimientos sanos para el objetivo a lograr en nuestras vidas, con o sin.
Avance.
No hay tiempo de reciclaje absurdo, no hay tiempo de frenado sin hacer, es tiempo de conseguir.
Bueno.
Un Nuevo Mundo, desde cada uno de Nosotros.
Integrados.
Por Montse Cobas.
Un, verdadero Re-Nacer.
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