A veces, para que una rueda avance, se mueva, fuera de los movimientos fortuitos o de fuerza mecánica, debemos de mover la nosotros, dirigiéndola según nuestros deseos, o al menos para ir avanzando.
Sin fuerza propia ni maniobra no hay movimiento.
Simplicidad.
Montse Cobas.
Así en nuestras circunstancias y sucesos de la vida-existencia.
Comentarios