Tras el vaivén de la vida , de su esencia, su movimiento arbitrario, nos lleva, y nos dejamos llevar, condicionados o no, siempre encamina. Dibujamos infinidad de vertientes a través del sentimiento, emoción, movimiento, todo mueve. Y así arbitrariamente nos movemos al son de su música, aunando-nos mutuamente, es la unidad con el todo que gesticula, sin darnos cuenta. Juntos. Sin ser conscientes dirigimos. La conciencia, cuándo aparece, entonces, clama. Por Montse Cobas.
Entra en un mundo real. La otra realidad.