Y es en esté silencio acogedor,
el qué nos hablara en el momento,
observantes desde dentro,
mirando hacia fuera, nada es ya igual,
casi todo ha cambiado,
porque el cambio viene determinado desde dentro,
agudizando lo externo,
tu estás bien, trataras bien, dentro de la calidad humana,
que muchos perdieron, no saben bien dónde,
en qué punto, sin embargo, ahora, empezara asomar,
descubrimientos innatos que llegan desde fuera entreabriendo el interior,
ese qué un día se cerró por hechos contradictorios o ejercidos por otro humano,
ensombrecido,
o uno mismo,
ahora,
cuántos verán, añoraran, serán desde una seña, observándola,
sintiendo dentro lo realizado y quizás, olvidado,
qué remonta en el hoy para hacernos ver lo que no se pudo en aquel instante,
unos amaran, porque siempre amaron,
otros aprenderán a sentir lo que es el amor, por el amor de otros,
dejando resurgir lo que un espacio cerraron o perdieron,
esa herida...
cuán grande, cuándo otro le daño, sin embargo no todos dañan,
sino lo contrario, siguen amando, es la esencia del Señor, es la Esencia del Ser Humano,
creado por el Todo Existencial, Dios, qué mueve siempre desde el amor, pero,
muchos se perdieron dando brote a algo inesperado,
y ahora el reencuentro.
Sólo el Amor perdurara.
Sólo el Amor nos llevaremos y engrandecerá.
Por Montse Cobas.
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