Muy buenos días.
Ahora, hoy, recuerdo.
Escucho, y siento.
Percibo.
Y porqué percibo, entiendo.
Veo, y asimilo.
Ante lo desconocido.
Quién deduce de otra, sin conocimiento ni obra sentida,
dejándose llevar por sus pensamientos y características,
sin auto observación,
o, peor, la de otros, sin conocer.
Qué, locura.
Esta se puede deducir, ante el gran conocimiento qué algunos tienen,
acercándose a la verdad no a la surrealidad.
Locura, cuándo alguien exterioriza sobre alguien deduciendo qué a alguien le corresponde.
Veamos.
Hasta qué punto puede ser realidad.
Una persona o ser qué alguien le denomina loco.
Sólo, simplemente hay que observar mínimamente.
No hace falta mucho para ver hasta qué punto hay otras emociones y desconocimiento, vigente,
en quienes denominan.
Las personas y seres, hablamos y nos definimos constantemente.
Cómo nos vestimos.
Cómo vamos, pulcros, o dejados.
Cómo hablamos, serenos, claridad, con conocimiento y sabiduría.
Cómo nos movemos, cada uno de nuestros movimientos,
esenciales o no, energía qué emitimos, posturas, gestos....
El conocer a la persona o ser y saber de sus aciertos, o no, éxitos y fracasos,
reacciones, y resultados ante ello.
Cómo se expresa.
Todo lo anterior y más. Deduce ante cualquier tipo de denominación, nunca dejarse llevar,
por lo qué se diga, porque siempre o casi siempre, es un error fatal,
del cuál se formara parte.
Daño a la sociedad o a otro, o otros.
Sé qué a muchos no importa, pero la importancia, no viene de uno,
sino del resultado que se exterioriza y va marcando sin observación ni obra.
Intrínseco a todos los niveles.
Es.
Tan extenso, tan esencial.
Tan escondido.
Sin embargo, tan real, cómo la vida misma qué subyuga.
Pero a quién, al denominado loco, a los que le observan y denominan, o,
a ambos.
Y es qué el estado de locura proviene del resto, de acciones pasadas hacia un ser, incluso en la niñez, embarazo, qué abre la puerta a esté posicionamiento o resultado, teniendo una corresponsabilidad añadida qué nadie quiere asimilar. O, pocos.
Asintiendo qué el mundo, no es otra cosa, qué el lugar dónde vives,
interiormente.
Cómo te sientes, cómo eres, y qué damos orden para qué se desarrolle desde nuestro interior,
más profundo, no observado ni conocido....
Sentir y ser en paz, nos abre a otra percepción y a otro estado indescriptible, y no sólo a eso,
sino también a otro mundo vivido por nosotros mismos y qué nadie puede acceder a él. Por mucho qué se pretenda.
Locura.
¿Quién?.
Estamos ante un proceso y en un proceso...surrealista.
Entendimiento. Esencial.
Posicionamiento.
Por Montse Cobas.
Comentarios