Y vamos viajando en el tren del olvido, unos quedan, y otros se van, así en la esencia difuminada, no se ven, sigue la vida, y atrás todo queda, tapado por el tiempo, afianzando-nos en el hoy, y en lo existente, a duras penas, ya no quedan recuerdos, y así edificamos lo nuevo, lo que viene y va quedando, para seguir desapareciendo en el tiempo, aminorado por los sentimientos, ya no hay recuerdos, sólo queda lo que verdaderamente, bueno. Y si aún recuerdas, si aún recuerdo, es, porque lo que sucedió, lo qué nos dieron, fue lo mejor. Y de ahí el recuerdo, el daño se disipa, y el sentimiento queda, escogemos, el amor, el verdadero amor, y al final, es lo que se siente, percibe, y en el recuerdo existe. Por, eso, verdaderamente recordamos, y probablemente, hasta la muerte física, porque en esencia, en el Alma, queda . Y volveremos a recordar, allá en el tiempo, y no sabremos porque, vivir en un presente, recordando y rodeados, impregnados