Algunos rimeros creen que jugar con la vida de inocentes, es prudente, más que lejanos están de la sabiduría ancestral, esa que nos pertenece a todos, y se encuentra olvidada, infierno que arde, para recoger los cuerpos de los que se guiaron, es perdón de Dios, observante, que hacer, para los que se equivocaron en brazos equivocados, que hacer... cuándo una madre llora, el sentimiento de un hijo, inocentes de cabeza a principio, sin pedir perdón los culpables, esos, que quizás, no saben cual es su camino, de ahora en adelante, silencios, que esperan, al viandante. Montse Cobas.
Entra en un mundo real. La otra realidad.