Y, sí, desearás, qué deseas. Sin deseo. Sólo miras, de un sentimiento, evaporado, el cuál ha dejado restos, restos, que se perciben, en nosotros, expectativas, rotas. Siguiendo, nuestro camino, a puertas, de otras, siempre aparecen, en lo nuevo, en lo desconocido, que nos dan a conocer, lo que no conocemos, lo qué, no esperamos, sin más. Para que así por ambas partes se tenga, para bien, ..., dependiendo, de lo que se elija, en comportamiento, en espíritu, en esencia, en ser, lo que somos, o no somos. procurando ser, en lo que verdad es, así, no hay sorpresas. Las sorpresas, vienen de fuera. Quedándose con uno y con otro, pero mayoritariamente, con el que obra, en contra, de lo que ha de ser, por correspondencia, idónea, andando desde el amor, y por lo tanto, lealtad, verdad, honestidad, lo contrario, buscara, donde fue originado. Siempre, es así, por benevolencia, y derecho propio. Y en nosotros, al final, ante lo dicho, queda el ser ine
Entra en un mundo real. La otra realidad.