DAMOS. Quizás en un momento de éxtasis, generacional, dónde vemos y no nos lo creemos, dónde se está dando a saber, y nos damos, nos dejaremos ver, es dónde la contingencia se hace mayor, triste por la poca similitud ante los acontecimientos, dónde nos damos cuenta de lo que fue, de lo qué es, y será. De-ambulantes de nuestro propio destino, destino de la Madre Naturaleza, del Medio Natural, de nuestra, Madre Tierra, qué vamos al unisono, sin desconocimiento, y desconociendo, esa es la vicisitud, subyacente, qué se empieza a conocer, y aquí estamos, ambos, ahora, Tú y Yo, Todos, reaccionando cómo podemos y cómo sabemos, sin miedo a ser descubiertos, lo qué sucede nos encamina, estamos siendo conocidos, quién sabe para qué, hay algo más, seguro, lo capto, lo percibo, está ahí, observante, sintiendo. La tristeza, se deja entrever en los ojos de la mayoría, siendo lo mínimo que es constatado, quién nos lo iba a decir, qué aún a pesar de las