Ciertamente vivimos en una existencia, absurda, incomprendida, si nos ponemos a analizar, ejercitada a un padecimiento, intruso del bienestar. Hoy te percatas, de cuánto desconocemos, a veces, porque no es el momento de aprender, porque cada uno lleva un ritmo, y una determinada esencia, que le lleva a dónde estar, sin habito de querer cambiar, y a veces... somos tan inconscientes de lo que nos pasa, de lo que pasa alrededor, qué es lo que nos elude del cambio, y tener más, más satisfactorio. La inconsciencia de la vida, arraigada, a un mundo superfluo, en que se ha priorizado unas ganancias, que no llevan a ningún lugar, sin embargo, en el ámbito espiritual, en el cuál te lleva a conocer, una verdad, que pocos quieren conocer, o conocen. Te das cuenta de qué hay algo más que es el todo. Y nunca mejor dicho, el todo. Un amor ganancial que empieza con lo que nos corresponde y somos, unidos a lo esencial, lo complicado es encontrar a alguien, a u
Entra en un mundo real. La otra realidad.