La Divinidad que Somos. Nuestro cuerpo, no es una maquina, aunque este tan bien distribuido que lo parezca, nuestro sistema, es para que podamos vivir, y hacer todos los movimientos, y gestiones oportunas que nos permitan determinarlas en las mejores condiciones Sin embargo, hemos llegado a un extremo, que así lo pareciere, vamos al cien por cien de nuestras posibilidades, e incluso más, corre, que te corre, tengo que hacer, tengo que ir, .... sin llevar una respiración, armónica y natural, nos olvidamos por el estrés, y la ansiedad, de respirar bien, y convenientemente, determinando-nos a una velocidad, que no damos para más, nuestro cuerpo se empieza a resentir, con medianos, bloqueos, por la falta de armonía en él. En la cabeza empiezan a aparecer, pensamientos y sentimientos no del todo acordes a lo que en semilla somos. Todo lo contrario, generando un movimiento energético interno, incorrecto, con lo que da pie a molestias, y consecuentemente, sino frenamos, sino hacemos