El Hombre y la Mujer han de aprender a convivir en paz, fuera rencillas y odios entre géneros, y se ha de realizar desde el entendimiento, acuerdos y necesidades sufragadas mutuamente, juntos, desde el amor, recobrando el amor, dejar que surja, qué fluya, respetándose a la par, cubriendo las necesidades de ambos, sí así lo desean, en cada casa, en cada pareja puede ser diferente, son los únicos que lo han de llevar bien en base a sus propios deseos y circunstancias, todas son diferentes, no se tiene ni se debe generalizar, ni decir o pensar que todos han de actuar igual, porque no todos somos iguales ni las circunstancias ni los deseos ni las prioridades son iguales a otros. Y eso, se ha de respetar, fuera emociones, sentimientos nocivos, porque por muy bonito que se vea desde fuera, en todo y en todos hay un mayor o menor sacrificio, sólo hay que quererlo llevar en pos de algo mejor qué les recompensa mutuamente. Ellos únicamente lo saben. Dos. Dicho esto. Namasté. Pens...
Entra en un mundo real. La otra realidad.