Dibujo de Montse Cobas, realizadora del blog MI VIAJE. Abro los brazos. Acojo la energía suprema. Energía de la Vida, que nos ayuda, nos acompaña en el gran viaje. No hay nada más, solo su fuerza y armonía. Las malas vibraciones se quedan afuera. Ella lo hace. Confiemos en su materia. Energía de Dios, energía de la Vida. Aunque halla un pequeño dolor, ya ni mucho menos sera como el anterior. No valen las malas palabras, los malos gestos, ni los malos actos. Ellos quedan anquilosados por su gran fuerza. Fuerza suprema. Dolor mínimo al observar lo que no nos gusta. Lo que no debería ser. Las confusiones a las que nos introducen, sin otro menester. Sin saber que no es el camino correcto, les da lo mismo. Pero la Vida, su fuerza, no funciona así. Prosigue encaminando al resultado. Nos enseña a admitir sin sufrir. No hay nada que hacer, solo lo de cada uno. Amnistía para el buen hacedor y condena para el que no lo es.
Entra en un mundo real. La otra realidad.