Dibujo de Montse Cobas. LA SALVACIÓN. Había una vez un planeta llamado Orus, en el cual vivían muchas especies. Una de ellas estaba dotada de inteligencia, del don de la comunicación y de la posibilidad de tener muchos sentimientos y formas de ser y vivir. Era muy parecida a la raza humana, solo que la fisonomía era algo diferente. El sexo femenino tenía una apariencia muy bella. Eran altas, con el cabello rubio, muy cariñosas y con un amplio entendimiento de las circunstancias. Estaban bañadas por el sentimiento amor. Eran luchadoras y fuertes. Empedernidas ayudantes del mantenimiento de su raza y de sus congéneres, no admitían la violencia y todo lo que hacían eran dentro del término de lo justo y de la paz. En el individuo masculino predominaban la terquedad y el egoísmo. Valoraba solo lo realizado por su mismo sexo y despreciaba a los que eran sensibles con el entendimiento o estaban implicados en las causas justas del planeta. Eran altos, robustos y normalmente de
Entra en un mundo real. La otra realidad.