En un sinfín de cientos de años se ha creado una sociedad insostenible, se ha priorizado el trabajo hasta un limite insospechado, y el descanso se ha dejado prácticamente de lado, no hay tiempo. El ser humano va en decadencia, hasta que por fin se de cuenta que no somos máquinas, ni debemos serlo, porque ello nos deriva a una muerte lenta. Ahora la purificación se acerca, se implanta, y un nuevo ser humano se hallara en la miseria, para un renacer estruendoso, no, sin dolor, no, sin reconocimiento, no, sin antes Ser, lo que debamos Ser, siendo, y con ello haciendo. El cuerpo físico se desvanece, para encontrar el Iluminado, en reposo, en eucarística, es un proceso en vida, que nos determinara a tolerar lo que viene. Un nuevo estado en evolución. Por más que nos esforcemos en mantenerlo bien, este se desvanece solo, este fin, nos ayudara en el proceso. Sobrellevando-lo mejor. Muchas especies desaparecerán, otras aparecerán, y otras se transformaran, parte del cambio.
Entra en un mundo real. La otra realidad.