Samuel vivía en un pequeño piso de la ciudad de Granada,estaba terminando la carrera de abogado a la vez que trabajaba por las tardes en una editorial de la ciudad.A pesar de sus preciosos 24 años, llevaba una andadura en su vida un tanto dolorosa tras varios golpes de está
La cuestión es que Samuel, ha sus 16 años había conocido a Marta, una compañera del colegio de la cual se había enamorado enormemente.
El no sabía lo que le pasaba, nada más que tenía ojos para ella, se había vuelto muy "despistado" ya que la tenía constantemente en su pensamiento, no podía evitarlo.
Si no estaba cerca de ella, tenía una necesidad acuciante de ello, asomando una sensacion insoportable en su cuerpo y corazón.
Se unió al grupo de amigos de Marta, intentaba salir a la misma hora que ella para disimuladamente acompañarla a casa estableciendo una muy buena amistad, especial para ambos.
Estaba contento y feliz, hasta que un día, Marta le comunico que se iba con sus padres a Granada, él pensó morir, le invadió una tristeza insoportable, el llanto lo tenía siempre aflorado, empezó a estar de muy mal humor, se enfadaba con sus padres, sus amigos, con todo el que tenía cerca.
Sus padres, no le permitieron tal situacion, hablaron con él para saber lo que le ocurría, ante la desesperación Samuel se sincero con ellos.
No le entendieron, pusieron el grito en el cielo. Samuel les suplico que quería, necesitaba ir a vivir cerca de ella, a lo que estos se negaron.
¿Como iban a cambiar de provincia así como así y lo que es peor, dejar su padre, el puesto de trabajo que mantenía desde hacía más de veinte años?
De Barcelona a Granada había una tirada, como para que tener que desplazarse cada poco tiempo.
Samuel solo con pensar de no poder verla por más de dos días se le hacia insoportable.
Sus padres se negaron rotundamente.
Marta se marcho, se comunicaban por teléfono, desde el primer día, pero Samuel, entro en una tristeza muy fuerte, tenía un fuerte dolor en el pecho, la angustia le consumía...
Tras estar pensando, decidió irse a Granada, si sus padres no admitían en acompañarlo, se iría solo.
Y así se lo hizo saber, su padre y su madre le escucharon atentamente, se miraron, el padre se dispuso a hablar muy serio,
Irse a vivir a otra provincia es un gran cambio, que no nos podemos permitir Samuel, debes de pensar que tienes que seguir estudiando, yo no puedo dejar mi puesto de trabajo y ¿si luego no encuentro otro en Granada? Tenemos toda nuestra vida aquí.
Bueno, creo que no es tan dificil, yo me voy, os pongáis como os pongáis dijo Samuel enfadado.
Samuel, piensa con la cabeza, puedes ir a verla cada mes o cada dos semanas, le dijo su madre
No es suficiente. Yo me voy, si venís conmigo mejor y si no ... bueno...contesto Samuel
¿Como que te vas?¿ Como vas a vivir? ¿con que dinero? le pregunto su padre.
Tengo unos ahorrillos, además esta la cuenta corriente que esta a mi nombre.
Sí, pero esa cuenta esta ahorrada para ayudar en tus estudios universitarios o para cuando seas más mayor para ayudarte en la compra del piso, no para irte a vivir a otra provincia por capricho, la vida no se puede cambiar así de pronto.
Samuel, enfadado se dio media vuelta y se marcho.
Al cabo de un rato, salio de su habitación con un bolsa al hombro.
¿Donde vas? pregunto su madre.
Ya lo sabéis.
Abrió la puerta y antes de salir por ella, su padre le dijo en voz alta,
No sabes lo que haces...vuelve... pero...¿ que vas hacer sin ningún tipo de medio para subsistir?.
El padre pensaba que no iba a ser capaz de salir por la puerta. Pero se equivoco.
Samuel, salio y bajo las escaleras a toda prisa.
Desde lo alto del rellano su padre le grito, pronto volverás...
Su madre con el corazón encogido al ver que su hijo se marchaba, sin nada que hacer para poder evitarlo, le gritaba.
Vuelveee... entre sollozos.
Pero Samuel no escuchaba, se dirigió a la estación de tren, cogió un billete esa misma tarde y se marcho direccion Granada .No tuvo mayor problema ya que su apariencia era la de un chico de 18 años.
Al día siguiente, el revisor del tren le aviso de que había llegado.
Este todavía dormido, cogió la bolsa y se bajo del tren, en ese momento, una felicidad inmensa le recorría por todo el cuerpo a la vez que un nudo en el estomago.
Estaba en otra provincia sin sus padres, el miedo se apodero de él por un instante, pero su pensamiento volvió a Marta, este hizo desaparecer el miedo, pensando en la forma de encontrarse con ella.
Se dispuso a abrir el bolsillo de la bolsa donde tenía el móvil, metió la mano para cogerlo, pero..
no estaba.
Desesperadamente, hundía la mano por todos los laterales y fondos que pudiera haber en busca del teléfono, no estaba.
De repente, recordó que estaba cargándose en el comedor de su casa.
Con la situacion y las prisas se había olvidado de cogerlo.
La felicidad que había sentido unos instantes antes, se había vuelto frustración, desesperación.
El nerviosismo, la angustia y la ansiedad se apodero de él.
La cabeza, se le lleno de sensaciones nuevas para él, como si tuviera un gran peso, una gran nube espesa, no podía pensar libremente, los sentimientos y las sensaciones se apoderaban de él.
Miro a su alrededor, de golpe parecía no saber donde estaba, su respiración se acelero, empezó a caminar calle arriba.
Sin la posibilidad de llamar a Marta para saber donde vivía y encontrarse con ella, se sentía perdido.
En una de las calles por las que paso, vío un cartel en el que ofrecian trabajo a un joven para carga y descarga de camiones. No se lo pensó.
Entro por la puerta del taller y pregunto por el puesto que ofrecían. El empleado que le atendió llamo al encargado y este le informo del horario, sueldo y funciones, acordaron que volviera al día siguiente para hablar con el jefe.
Samuel, se fue nervioso sin lugar donde ir, caminaba perdido con el pensamiento en Marta, veía en todas las chicas que se le cruzaban su rostro, incluso las confundió de tal manera que las paraba en medio de la calle, llamándola por su nombre.
"No te equivocas", le contestaban.
Llego la noche, se compro un refresco, una bolsa de patatas y un bocadillo de jamón en una cafeteria que encontró en el camino.
Una vez termino su cena se recosto en un banco de un parque, enseguida se quedo dormido.
En sus sueños encontraba a Marta, corrían por un denso bosque, estaban alegres y contentos, esto le permitía dormir tranquilo, pasando esa noche con mucho frió.
A la mañana siguiente le despertó el canto de los pájaros y el hablar de la gente que paseaba por el parque, lo hizo sobresaltado al encontrarse fuera de su hogar. Todavía no había asimilado el cambio tan drástico que había realizado en cuestión de horas, todavía no se lo podía creer.
Sin Marta, sentía que la decisión no habia sido la mejor de las tomadas, se dio cuenta que se había precipitado, pero ahora ya estaba, se dirigió al taller, entro y pregunto por el jefe, hablo con él y este le dio la posibilidad de empezar ya. Samuel acepto.
Tras realizar sus ocho horas de trabajo descargando los camiones que llegaban con mercancía, de colocar está en las estanterías correspondientes, acabo agotado, los brazos le dolían y sus piernas parecían que pesaban 400K.
Esto no hizo que de su mente desapareciera la imagen de Marta, al contrario, se acordaba más que nunca.
No tenía mucho dinero, intento sacar el que tenía en la cuenta corriente a su nombre pero le fue imposible por ser menor de edad.
Así que fue pasando el mes, con escasa comida, durmiendo en el banco del parque, trabajando sus ocho horas, cansado y con toda la ropa sucia, ya se había puesto toda la que llevaba, incluso había repetido, hasta que por fin llego final de mes.
Su jefe le llamo y le dio su mensualidad, esté la cogió con satisfaccion, por fin podría comer un plato caliente.
Salio del taller con el sobre en el bolsillo, y entro en el primer bar que daban comidas, pidió sus platos preferidos, de primero canalones y de segundo huevos fritos con patatas, de postre helado.
Comió tan desesperadamente, que cuando salio del local llevaba dolor de barriga, pero aún así la comida le sentó de maravilla, en su cabeza, llevaba la imagen de Marta, empezó a caminar por la ciudad, para ver si la encontraba, se encontraba decaído, tenía un peso en el pecho, con ganas de llorar, se acordaba irremediablemente de ella, seguía buscándola.
Se hizo de noche, encontrándose muy cansado, le dolían los brazos, la espalda y las piernas, probablemente agujetas, en su cabeza esta vez tenía la imagen de sus padres, la última, cuando él salia de la puerta de su casa, sobreviniendo-le el arrepentimiento, ¿Como estarán los papas? se pregunto.
Con esta idea se quedo dormido.
Así fueron pasando los meses, la ropa aprendió a llevarla a la lavandería, se lavaba en la fuente del parque cuando anochecía, hasta que un día el encargado le pregunto que donde vivía, este le dijo que en casa de un amigo.
Bueno, me han dicho varios compañeros tuyos que te han visto dormir en el banco de un parque, ¿es cierto?
Se quedo pensativo y este le contesto que sí, añoraba dormir en una cama, ¿quizás él, le podría ayudar?
No se equivoco.
Gabriel que así se llamaba el encargado, tras hablar con él, le ofrecido una habitación de su casa, pero con varias condiciones, tendría que ayudar en las tareas de la casa y a más, proseguir con sus estudios.
Samuel no lo dudo.
Ese mismo día fue con Gabriel a su casa.Vivía solo desde hacia mucho tiempo.
Cuando le dijo, "Mira esta sera tu habitación" a Samuel se le llenaron los ojos de lágrimas, en esos momentos se dio cuenta de la añoranza de un hogar, acordándose en esos momentos de sus padres, totalmente olvidados.
Estaba enfadado, muy enfadado con ellos, por no haber cedido a sus peticiones.
Gabriel le ayudo a buscar un centro de estudios para que pudiera estudiar después del trabajo, empezando enseguida con ello.
Gabriel al vivir solo, el joven le suponía una grata compaña.
Iban pasando los meses llevaba casi dos años en Granada, una tarde después del trabajo cuando se dirigía al instituto, se encontró con una joven en la parada del autobus.
Tras mucho observarla...
¿Marta? Esta giro la cara, totalmente asombrada, se quedo mirando...
¿Te equivocas?
Samuel, tras el golpe de felicidad sentido en el momento, su corazón golpeaba fuertemente su pecho, se quedo bloqueado, al oirá la respuesta de la joven.
¿No te acuerdas de mi ? hace tiempo que no nos vemos, pero... soy Samuel, vivías en Barcelona, fuimos grandes amigos.
Lo siento no te conozco, disculpa...
En esos momentos paro el autobús de la joven subiéndose a él.
Samuel en ese instante, es como si se le hubiera caído una gran losa encima de él.
La ilusión, la alegría la esperanza se derrumbo.
Se encontró mareado, cayo al suelo, creando-se un gran alboroto y preocupacion a su alrededor.
Se despertó en una camilla de un hospital, varias enfermeras estaban con él, haciéndole varias mediciones entre ellas una máquina que estaba conectada a su pecho y otra a su brazo.
¿Como te llamas? le pregunto una de ellas
En ese momento no respondió, se encontraba mal, con una sensacion en su cuerpo desesperanzadora, le sobre-vino un llanto, imposible de evitar.
Ni el sabia porque...
Enseguida recordó la imagen de Marta, con la contestacion que le había dado.
No podía dejar de llorar, su corazón se acelero, la enfermera al ver el estado del joven, le inyecto en seguida un sedante.
El efecto fue rápido, se quedo con la mirada fija en el techo.
Así transcurrio hasta que se durmio.
Al día siguiente aparecio por la puerta Gabriel.
¿Qué te a pasado muchacho?Se agarro a él, en un abrazo.
Era lo más parecido a un padre, enseguida aparecio un médico y una enfermera, comunicandole que ya se podía ir a casa, que no había motivos para que se quedara, que ya estaba mejor.
Le dio el parte de ingreso y de alta, en el constaba un tratamiento a tomar.
Se fueron los dos a casa, durante el camino, Samuel muy triste le contó la historia con Marta y lo sucedido el día anterior.
¿Estas seguro que era ella?
Sí, ella reacciono a su nombre, se sorprendió al verme, lo que quiere decir que me conoció, ademas llevaba sus pendientes de siempre, unos que le había regalado su abuela en el día que cumplio los 14.
No entiendo su actitud, continuaba el joven.
Bueno, si es así como cuentas, quiere decir que te equivocaste al pensar que había una gran amistad, por lo visto, ella no quiere nada contigo.
Samuel, ante la respuesta de Gabriel, entristecio, se le hizo imposible hablar, bajo la mirada, continuando el camino hacia casa.
Gabriel se dio cuenta de la tristeza del chico, lo siento dijo , pero a veces nos equivocamos en pensar lo que creemos y no es... pasara.
Subieron a casa, estuvo unos días de baja ya que no se encontraba en condiciones, de unos días pasaron a ser semanas, el instituto se le hacia eterno, bajo el rendimiento y las notas fueron muy justas.
Pero, es que a veces se le hacia imposible caminar, respirar, vivir.
En una de las visitas medicas que seguía, Gabriel le acompaño, comentandole al doctor el estado de Samuel.
Él era incapaz de contar nada, casi no hablaba.
Gabriel, le comento lo sucedido con Marta y que ese era el motivo de su estado, el doctor le miro y continuo...
¿Tu quieres ponerte bien?
Sí, pero no puedo, tengo un dolor insoportable en el pecho, no me deja respirar.
¿En que piensas?
En nada, en ella nada más.
Bueno, primero tienes que poner valor, si quieres ponerte bien, depende de tí. Lo tienes, el hecho de venir sin nada a tus 16 años y solo a Granada, quiere decir que puedes y mucho.
Si estas dispuesto a ello, puedes, es dificil, lo sé, pero si pones empeño lo lograras.
Los ojos de Samuel se llenaron de lagrimas, bajo la mirada.
Bueno te voy a cambiar de tratamiento, vale, a ver que tal te va, dentro de dos semanas vuelves, te vas a apuntar a un gimnasio, si es necesario lo acompaña usted, que tambien le ira bien, comento el doctor.
Gabriel se lo quedo mirando, pues le sorprendió la respuesta del doctor, miro a Samuel, y decidió ayudarlo.
A la semana de tomar el tratamiento y llevar tres días yendo al gimnasio el chico mejoro notablemente
A las dos semanas el doctor le aumento el tratamiento, con lo que la mejoría fue rápida, Samuel y Gabriel hicieron nuevos amigos en el gimnasio y amigas...
Entablaron amistad, ambos con amigas especiales, con el paso del tiempo la relación se consolido en amor
Samuel por consejo del doctor, cuando llevaba algo más de dos años de tratamiento se decidió a visitar a sus padres, estaba preparado, es más quería hacerlo.
Lo hizo con Isa, su novia, tras un año de relación seria. También los acompaño Gabriel y su compañera ya que ellos vivían juntos desde hacia más de un año.
De camino a Barcelona, Samuel llamo a casa de sus padres, el teléfono, lo cogió una mujer con voz triste y débil.
Mama,
¿Quien es?
Mama, soy Samuel.
¿Samuel? hubo un corto tiempo de silencio.
Samuel, ¿mi hijo?
Si mama, soy yo tu hijo.
Su madre empezó a llorar a través del teléfono, ¿donde estas? le pregunto entre llantos.
Muy cerca mama, voy a veros si me lo permitís.
Si hijo, por Dios, quiero verte prosiguio.
Bueno pues en un par de horas estamos por ahí. Un beso hasta pronto.
La madre, se quedo un rato con el teléfono en la mano, no se lo creía, su marido que la vio le pregunto que le pasaba.
Samuel, nuestro hijo.
¿Que hijo?
¿Por Dios cuantos hijos tenemos?
¿Que pasa con Samuel? prosiguio el marido.
Que viene.
¿A donde?
Aquí a nuestra casa, que viene a nuestra casa repitió sollozando.
Se abrazaron entre sollozos.
Notaron una sensacion de alivio en todo su cuerpo y corazón.
Al cabo de un rato, sonó el timbre de casa, abrieron en seguida, pensaban que después de tanto tiempo no lo reconocerían, pero cuando lo vieron aparecer, vieron a un hombre alto, muy arreglado, su cara estaba casi igual, con los rasgos algo más maduros, ya no era un adolescente, se agarraron en un fuerte abrazo, con llantos entre cortados.
Los demás se quedaron viendo la imagen de la familia otra vez unida, con lagrimas en los ojos, emocionados.
Samuel presento a sus acompañantes a sus padres, tenían todo el fin de semana para contar esos años perdidos de relacion.
Los padres observaban a su hijo, asombrados del cambio realizado en él, escuchaban atentamente lo que esté le explicaba.
El solo, había logrado salir adelante, les explicaba que se acababa de comprar un piso en Granada, en el cual vivía, se había cambiado hacia poco de trabajo, tenia novia.
Se habia hecho un hombre y además estaba terminando la carrera de abogado, se había formado como un hombre responsable, que tuvo el corazón roto mucho tiempo, pero que había vuelto a vivir, gracias a su fuerza de querer hacerlo, a su amigo Gabriel y al doctor que aún le estaba asistiendo, completando su absoluta curacion, llevando una vida normal, volviendo a encaminarse en la vida que estaba destinada a él.
A sus padres no le importaba que Samuel estuviera viviendo en Granada, el había hecho su vida allí y lo respetaban, estaban orgullosos de él, a pesar del sufrimiento sentido por no saber nada de él.
Había tomado una decision temprana con todas sus consecuencias las cuales asumió, demostrando ser responsable en su vida y con su persona, pues decidio vivir y salir adelante y lo había conseguido.
Estaban muy contentos, habían recuperado a su hijo.
Se había hecho mayor, sabiendo tomar las decisiones necesarias para avanzar y prosperar en su vida, a pesar del duro golpe sufrido con una experiencia temprana.
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