La Divinidad que Somos.
Nuestro cuerpo, no es una maquina, aunque este tan bien distribuido que lo parezca, nuestro sistema, es para que podamos vivir, y hacer todos los movimientos, y gestiones oportunas que nos permitan determinarlas en las mejores condiciones Sin embargo, hemos llegado a un extremo, que así lo pareciere, vamos al cien por cien de nuestras posibilidades, e incluso más, corre, que te corre, tengo que hacer, tengo que ir, .... sin llevar una respiración, armónica y natural, nos olvidamos por el estrés, y la ansiedad, de respirar bien, y convenientemente, determinando-nos a una velocidad, que no damos para más, nuestro cuerpo se empieza a resentir, con medianos, bloqueos, por la falta de armonía en él. En la cabeza empiezan a aparecer, pensamientos y sentimientos no del todo acordes a lo que en semilla somos. Todo lo contrario, generando un movimiento energético interno, incorrecto, con lo que da pie a molestias, y consecuentemente, sino frenamos, sino hacemos para mejorar eso, volver a la calma, a restablecernos oportunamente, nos determina a la enfermedad.
La mayoría cuándo esto ocurre no somos conscientes, empezamos a serlo, cuando queremos buscar soluciones a nuestro malestar, a nuestro no vivir, y padecimientos, porque nos damos cuenta de esto último, ya no estamos bien ni con nosotros mismos, entonces, nos preguntamos, que nos pasa, que podemos hacer para volver a encontrar nuestra armonía, nuestra mejoría en las enfermedades o deterioros que ya se han presentado, entonces, es cuando poco a poco, si nos emergemos en la forma adecuada, cuando empezamos a buscar soluciones, y empiezan a obrar efecto, nos damos cuenta de lo importante que es, volver a recobrar, nuestra serenidad, porque de ello se determina nuestro bienestar, y con ello, poder vivir otra vez, pudiendo disfrutar de algo tan simple, como el aire que respiramos, y es qué, cuando nos falta la salud, es cuándo vemos la realidad. No somos maquinas, somos seres vivientes, que necesitan de una distribución armónica, con espacios de calma, y sin forzar nuestro Ser, y organismo, porque estos, necesitan armonía, y no fuerza, es como cuando la brisa nos roza, todo esta bien, pero cuándo el viento coge fuerza, y va a velocidades extremas, arrastra, estropea, destruye, todo. Necesitamos ir a favor de natura, no en contra.
Correr, ir angustiados, es ir contra natura.
La calma, crea, distribuye en un orden, y hace fluir convenientemente, ofreciéndonos bienestar y armonía, de ahí, de nuestra necesidad, aunque no sea para muchos lo deseado, pero sí, lo necesario, para que nuestro Ser interno, para lo que en realidad Somos, Seres Divinos, creados en la Divinidad más absoluta, rija en conveniencia, no en el des-orden, ni en la angustia, que dona el exceso de actividad, el forzar nuestro cuerpo, y con ello nuestro cuerpo energético, que es, lo qué en realidad nos corresponde en principio natural.
Cuánto mas angustiados, más des-equilibrio interno, menos consciencia, menos oportunidades, más malestar,
cuánto más armonía, y serenidad, aún que tengamos para ello, que dejar de lado formas de vida, similitud a lo acostumbrado, menos ingresos, incluso, con el aparente mengue de bienestar, porque esta muy implantado que a menor fuente de dinero, menor confort, y yo os digo, y de qué nos sirve tener más lujos, sino nos podemos sostener ni nosotros mismos, por malestares, y enfermedades, si qué es cierto que el dinero, nos puede ayudar a mejorar esto, pero si nos encontramos bien, todo esta bien, y mejor, por lo tanto, cuanto más tranquilidad, más armonía, más orden, más conciencia, y más facilidad de vida.
Un tiempo, en que se insta, se instaura, al cambio, porque el cambio, nos determinara a ello, en el cual una sociedad mayoritariamente enferma, por la vida, y forma de vida instaurada, tendrá que transmutar, paliar, todo lo que hasta ahora se ha creado en el hombre, y toda forma de vida, incluido nuestro Planeta.
La transmutación, la limpieza, el observar y en ello realizar, ya ha empezado, la situación-nes nos obligara, y ayudara a que así sea.
En busca de nuestros orígenes, la Divinidad que Somos. Volvemos en Esencia a nuestros comienzos ancestrales. Chispa Divina.
La vida ha de ser fácil, sin esfuerzos, en armonía, entonces, todo va bien.
Buscando, nuestra forma que nos permita, lo deseado, en bien para Nosotros y nuestra esencia. Alma. Realidad. Paz. Bienestar.
Fluir con el Todo en consonancia.
Simplificar la vida.
Simplificar la vida.
Por Montse Cobas.
Comentarios