YOGA EN LOS COLEGIOS, UNOS MINUTOS DE PRÁCTICA MEJORA LA CONVIVENCIA, LA CONCENTRACIÓN Y LA CONDUCTA EN NIÑOS.
Instituto Mercè Rodoreda de l’ Hospitalet de Llobregat. Once de la mañana, clase de inglés. Los veinte chavales –entre 12 y 13 años– están en el aula, ante sus pupitres, relajados y en un silencio absoluto. “¿Silencio? ¿Qué es eso?”, bromea la profesora de otra escuela al conocer la experiencia. El milagro se debe a la práctica de yoga en clase . Breves sesiones de yoga adaptadas al contexto escolar, con los alumnos sentados o de pie, entre mesa y silla, bastan para devolver la calma a una clase en plena revolución. “Es evidente que los estiramientos consiguen enderezar la espalda y unos simples ejercicios de respiración calman y mejoran la atención”. Pero no es esta una fórmula que deba tomarse como solución de urgencia para tranquilizar a los alumnos más inquietos. Va mucho más allá. “Son enseñanzas que les sirven fuera de la escuela. Pueden usarlas de por vida: en momentos de estrés, ante una situación agobiante, etcétera... Y en clase, por supuesto, los conflictos disminuyen y ello